En este artículo, exploraremos el apasionante mundo de la robótica en Japón, comenzando por el ancestral arte de los “Karakuri Ningyō, (からくり 人形)”, muñecos mecánicos que precedieron a los modernos robots.
Los lazos entre los robots y Japón son innegables. En la actualidad, el gobierno japonés y sus principales corporaciones consideran el siglo XXI como la era de la “coexistencia humana con robots” y están invirtiendo miles de millones en investigaciones robóticas. Aunque el concepto de robots puede evocar diferentes emociones en Occidente, en Japón existe un arraigado afecto hacia estas creaciones mecánicas. Esto se debe en parte a la influencia del sintoísmo, que atribuye espíritus a no solo a humanos y animales, sino también a objetos inanimados, incluyendo máquinas y robots.
Karakuri Ningyō: Los Precursores de los Robots (からくり 人形)
Comenzamos a explorar el mundo de los Karakuri Ningyō, en la robótica en Japón:
Las Raíces de la Fascinación Japonesa
Los japoneses han tenido una larga relación con los robots, pero esta relación ha evolucionado de una manera única en comparación con el Occidente. Mientras que en muchas partes del mundo existe una preocupación constante de que los robots puedan eventualmente rebelarse contra la humanidad, los robots en Japón, son vistos como amigos y aliados. Este singular enfoque se basa en la filosofía del sintoísmo, que enseña que no solo los seres vivos, sino también objetos inanimados como piedras y ríos poseen espíritus. Este mismo principio se extiende a las máquinas y robots, como hemos mencionado antes.
El Instituto Mukta: Donde la Tecnología Encuentra la Espiritualidad
Exclusivamente en Japón, podemos encontrar instituciones como el Instituto Mukta, que promueve una comprensión religiosa de los robots. Este instituto trabaja en consulta con empresas líderes como Honda y Omron en el campo de la automatización y la robótica. Su enfoque combina la tecnología de vanguardia con el pensamiento creativo y el sintoísmo. Los miembros del instituto se reúnen periódicamente para recitar escrituras budistas, meditar y reflexionar sobre soluciones tecnológicas.
El Surgimiento de los Karakuri Ningyō (からくり 人形)
Ahora que ya hemos visto el punto de vista de los japoneses hacia la robótica en Japón o mejor dicho en concreto hacia los robots Karakuri Ningyō, vamos a ver como han nacido éstos.
Un Legado Ancestral con los Karakuri Ningyō en la robótica de Japón
El amor japonés por los robots tiene sus raíces en las marionetas, que han sido populares durante siglos en la cultura japonesa. Durante los festivales conocidos como “matsuri“, los títeres representaban escenas de mitos y leyendas tradicionales.
Un notable mecenas de estas marionetas fue Tokugawa Muneharu (1696-1764), quien prohibió la invención y la mecanización, pero hizo una excepción para las marionetas diseñadas para los festivales. Este permiso fomentó una generación de inventores y científicos que canalizaron sus habilidades hacia el desarrollo de los “karakuri ningyō en Japón” o “muñecos mecánicos”.
El Tratado de Karakuri Ningyō en la robótica japonesa
La intrincada ciencia detrás de la creación de los “karakuri ningyō (からくり 人形)” fue documentada en detalle en la obra “Karakuri: An Illustrated Anthology”, publicada en 1796. Este tratado describe el funcionamiento de nueve tipos de muñecos mecánicos, respaldando cada explicación con detallados diagramas.
Los karakuri ningyou: wakon yōsai y tipos de robots en Japón
Los “karakuri, からくり 人形” alcanzaron su mayor esplendor a finales del período Edo, cuando Japón introdujo la tecnología de relojería occidental. Estos autómatas se convirtieron en el epítome de lo que los intelectuales de la era Edo llamaron “wakon yōsai”, que significa “espíritu japonés, aprendizaje occidental”.
La alta estima que se tenía por estos títeres mecánicos se refleja en la práctica de no desechar o reciclar los títeres desgastados hasta finales del siglo XIX, en lugar de eso, se enterraban en cementerios dedicados exclusivamente a los títeres.
Chahakobi Ningyō: La Muñeca que Sirve Té
Uno de los “karakuri” más famosos de la era Edo fue el “chahakobi ningyō” o “muñeca que sirve té”. Este ingenioso autómata desempeñaba una tarea encantadora. Colocaba una taza de té en su pequeña bandeja y la llevaba al invitado. Cuando el invitado tomaba la taza de té, la muñeca se detenía con gracia y esperaba pacientemente a que el invitado bebiera. Una vez que el invitado reposaba la taza en la bandeja, la muñeca giraba elegantemente y regresaba a su “maestro”.
Yumihiki Dōji: El Muñeco Arquero: La Maestría de Hisashige Tanaka
Otro precursor ingenioso de los robots en Japón es el “yumihiki dōji” o “muñeco arquero”. Este autómata tomaba una flecha y la disparaba hacia un objetivo. Sorprendentemente, incluso deliberadamente fallaba el blanco una de cada diez veces, manteniendo así a la audiencia en vilo.
Su creador, Hisashige Tanaka (1799-1881), propietario de una tienda en Kioto conocida como “El Salón de los Autómatas”, fue uno de los primeros maestros artesanos de “karakuri” en aplicar sus habilidades a propósitos prácticos. A medida que Japón se acercaba al final del período Edo, los gobernantes reconocieron la necesidad de ponerse al día con las innovaciones tecnológicas occidentales. Fue en ese momento que el daimyō convocó a Tanaka para asesorar en el proceso de modernización y crear un karakuri ningyou .
La determinación de Tanaka lo llevó a explorar los misterios de la tecnología occidental. En un lapso de un año, construyó el primer prototipo funcional de una locomotora de vapor en Japón, a pesar de nunca haber visto una locomotora real y depender exclusivamente de un libro de referencia holandés como su guía.
Grandes Maestros de Karakuri Ningyou
Vamos a explorar los grandes maestros de los antiguos robots en Japón los Karakuri Ningyou y que hizo cada uno de ellos para convertirse en dicho maestro.
Hisashige Tanaka: El Thomas Edison de Japón
Hisashige Tanaka, conocido como “Karakuri Giemon”, ha dejado un legado perdurable en la historia de la industrialización japonesa. Fundó una empresa que fabricó algunas de las primeras bombillas, teléfonos, máquinas de vapor y puentes de hierro del país. Con el tiempo, esta empresa evolucionaría para convertirse en Toshiba Corporation.
Tanaka es aclamado como “el Thomas Edison de Japón“, un título que refleja su importancia en el panorama tecnológico de su época.
Sakichi Toyoda y la Tradición Karakuri en Aichi
Sakichi Toyoda (1867-1930), el fundador de la cadena de empresas Toyota, también fue un maestro en el arte de los “karakuri”. Originario de la prefectura de Aichi, una región profundamente ligada a la tradición karakuri, Toyoda desempeñó un papel crucial en la evolución de la tecnología y la robótica. No es coincidencia que Aichi sea la región más industrializada de Japón y el epicentro de la industria robótica del país.
- Para nosotros estos son los grandes maestros de los Karakuri Ningyou pero por supuesto hay más.
Profundizando en la Historia de Karakuri
Ahora queremos profundizar un poco más en la historia de los Karakuri, como robots de Japón
Explorando el Legado de Karakuri Ningyō, donde ver robots en Japón
La historia de los “karakuri” y su papel como precursores de los robots contemporáneos:
- Museo de Muñecas Populares Japonesas de Kioto: En Sagano, puedes admirar varios “karakuri ningyō” en exhibición.
- Museo Conmemorativo Ohno Karakuri: Este museo, ubicado en el puerto de Kanazawa en la prefectura de Ishikawa, también alberga una impresionante colección de “karakuri”.
- Festival de Nagoya: Durante el Festival de Nagoya, uno de los eventos más populares de la ciudad, aún puedes presenciar “karakuri” en carrozas tradicionales llamadas “dashi” mientras desfilan por las calles.
- Festival Gion de Kioto: Si visitas el antiguo Festival Gion de Kioto, celebrado a mediados de julio, tendrás la oportunidad de observar “karakuri” en acción, una tradición que se remonta a siglos atrás.
Robótica en Japón: Robodex, la Expo de Robots más Grande del Mundo
Mientras exploramos el pasado de Japón con los “karakuri”, no podemos pasar por alto su compromiso continuo con la innovación robótica. Cada año, Tokio acoge Robodex, la exposición de robots más grande del mundo. Este evento presenta los avances más recientes en robótica y sirve como un recordatorio vívido de la duradera influencia de los “karakuri ningyō en el país” y en la evolución de la tecnología robótica en Japón.
La historia de los “Karakuri Ningyō” no solo es un testimonio fascinante de la creatividad y la maestría técnica de Japón, sino también un reflejo de su relación única con la tecnología y los robots. A medida que Japón se embarca en el siglo XXI como líder en el campo de la robótica (y parece que así seguirá siendo pese a los grandes esfuerzos de China), su legado de “karakuri” sigue siendo una fuente de inspiración y asombro en el mundo entero.