Los dioses japoneses, conocidos como “kami”, son figuras centrales en la mitología y el sintoísmo, la religión indígena de Japón. Los kami no son dioses en el sentido occidental; más bien, son espíritus o deidades que habitan en la naturaleza, objetos, lugares y, a veces, personas. Pueden representar elementos naturales como ríos, montañas, árboles y vientos, así como conceptos más abstractos. Aquí te presento algunos de los kami más destacados y sus historias:

Izanagi e Izanami

Izanagi e Izanami son dioses creadores en la mitología japonesa. Según el Kojiki y el Nihon Shoki, estas deidades dieron origen al archipiélago japonés y a muchos otros kami mediante un ritual con una lanza decorada llamada Ame-no-nuboko. Después de la muerte de Izanami debido a las quemaduras mientras daba a luz al dios del fuego, Izanagi intentó recuperarla del Yomi (el inframundo), lo que llevó a la creación de otros dioses y a la separación permanente de la pareja.

Amaterasu

Amaterasu, la diosa del sol, es una de las deidades más importantes del panteón sintoísta y se considera ancestro de la familia imperial japonesa. Según la mitología, se escondió en una cueva, privando al mundo de su luz, hasta que los otros kami lograron atraerla fuera con un espejo, restaurando así la luz. Su principal lugar de culto es el Gran Santuario de Ise en la prefectura de Mie.

Susanoo

Susanoo, el tempestuoso dios del mar y las tormentas, es hermano de Amaterasu. Fue desterrado del cielo por sus travesuras y descendió a la provincia de Izumo, donde mató al dragón de ocho cabezas, Yamata no Orochi, y salvó a la princesa Kushinada. De uno de los dragones, Susanoo extrajo la espada Kusanagi-no-Tsurugi, que se convirtió en uno de los Tres Tesoros Sagrados de Japón.

Tsukuyomi

Tsukuyomi, el dios de la luna, es también hermano de Amaterasu y Susanoo. Según algunas versiones de la mitología, fue creado cuando Izanagi se lavó el ojo derecho. Tsukuyomi enfureció a Amaterasu cuando mató a la diosa de los alimentos, Uke Mochi, lo que provocó que Amaterasu se separara de él, creando así la división entre el día y la noche.

Inari

Inari es el kami de la fertilidad, el arroz, la agricultura, los zorros, la industria y el éxito. Es uno de los kami más populares y venerados en Japón, con miles de santuarios dedicados a él/ella en todo el país. Inari es conocido por tener mensajeros zorros (kitsune) que pueden traer mensajes a los fieles o protegerlos.

Ryūjin (o Ryōjin)

Ryūjin (o Ryōjin), el dios del mar, conocido también como el Dragón del Mar. Ryūjin es venerado como el protector de los océanos y se dice que controla las mareas con las joyas de la marea. Su palacio submarino es un lugar de gran belleza y se cree que es donde se cultivan las perlas. Es una figura central en muchas leyendas, incluyendo historias que explican el origen de ciertas islas y la provisión de peces para la pesca.

Fūjin

Fūjin es el poderoso dios del viento en la mitología japonesa, a menudo representado como un demonio temible con piel verde, llevando una gran bolsa de vientos sobre sus hombros. Junto con su hermano Raijin, el dios del trueno, forma una pareja dinámica que influye en el clima y las tormentas. Fūjin juega un papel crucial en muchas leyendas japonesas, donde su capacidad para controlar el viento puede tanto beneficiar como desafiar a los humanos.

Raijin

Raijin, el dios del trueno, es una de las deidades más icónicas y populares en Japón. Se le representa comúnmente rodeado de tambores que usa para crear truenos, y a menudo se le ve en compañía de Fūjin. Raijin es temido y venerado como protector contra los desastres naturales, especialmente los rayos y las tormentas. Los padres japoneses a veces le dicen a los niños que se porten bien o Raijin vendrá a comerse sus ombligos durante las tormentas. Su imagen es un recordatorio poderoso de las fuerzas de la naturaleza y la necesidad de respetarlas.

Tenjin

Tenjin fue originalmente Sugawara no Michizane, un erudito, poeta y político del siglo IX que fue deificado tras su muerte. Se le considera el kami de la educación, el aprendizaje y la erudición. Estudiantes de todas las edades visitan sus santuarios para rezar por el éxito en los exámenes y en sus estudios. El Santuario Dazaifu Tenman-gū en Fukuoka es uno de los principales sitios de culto dedicados a Tenjin.

Jizō

Jizō, es conocido como el protector de los viajeros y los niños, especialmente aquellos que han pasado antes de tiempo, Jizō es una figura compasiva del budismo japonés que ha sido sincretizada en la tradición sintoísta. Se le encuentra a menudo en los caminos y cementerios, donde se le ofrecen piedras y juguetes por los seres queridos que han fallecido.

Ame no Uzume

Ame-no-Uzume, es la diosa del amanecer, del éxtasis y de la alegría, famosa por su danza provocativa que atrajo a Amaterasu fuera de su cueva, restaurando la luz al mundo. Ame-no-Uzume es venerada como la protectora de las artes, especialmente la danza y el teatro.

Sarutahiko Ōkami,

Sarutahiko Ōkami, es un kami terrenal que guía a los otros kami. Se le considera el líder de los kami terrenales y es venerado como un dios de la guía y el camino correcto. Su encuentro con Ninigi, el nieto de Amaterasu, es un relato fundamental en la mitología sintoísta.

Omoikane

Omoikane, es el dios de la sabiduría y la inteligencia, conocido por su capacidad para tomar decisiones rápidas y correctas. En la mitología, Omoikane es a menudo convocado por otros kami para ofrecer consejo en momentos de incertidumbre.

Takemikazuchi

Takemikazuchi, es el dios del trueno y de la guerra, que jugó un papel crucial en la subyugación de la tierra para el pueblo japonés según los mitos. Es un dios guerrero que se dice que ayudó a establecer el linaje imperial.

Kagu tsuchi

Kagu-tsuchi, es el dios del fuego, cuyo nacimiento provocó la muerte de su madre, Izanami, estableciendo la existencia de la muerte en el mundo. Kagu tsuchi es tanto destructor como creador, ya que el fuego puede arrasar con lo viejo y permitir que lo nuevo crezca.

Toyotama hime

Toyotama-hime, es la princesa dragón del mar, hija de Ryūjin, que se casó con el héroe Hoori. Toyotama-hime representa la conexión entre la humanidad y el reino acuático, mostrando cómo los kami pueden interactuar directamente con los humanos en la mitología japonesa.

Konohanasakuya hime

Konohanasakuya-hime, es la diosa de los volcanes y las flores de cerezo, conocida por su belleza deslumbrante. Es la esposa de Ninigi y abuela de Jimmu, el primer emperador de Japón según la mitología. Su historia enfatiza la importancia de la vida y la fragilidad de la belleza natural.

Hachiman

Hachiman es ampliamente reconocido como el dios del arco y la guerra, pero su influencia se extiende mucho más allá, siendo también un protector de los guerreros, los samuráis y el pueblo japonés en general. Su culto se origina en la figura histórica del Emperador Ōjin, quien fue deificado como Hachiman. Con el tiempo, Hachiman se convirtió en una deidad tutelar de Japón, simbolizando no solo la fuerza militar sino también la paz y la prosperidad. Los santuarios dedicados a Hachiman a menudo se encuentran en lugares estratégicos, y el Santuario de Usa en Ōita es considerado su principal lugar de culto. Este santuario no solo es un centro espiritual sino también un sitio de gran importancia histórica y cultural.

Ebisu

Ebisu, venerado como uno de los Siete Dioses de la Fortuna, es especialmente querido por los trabajadores, los pescadores y los comerciantes, ya que representa la prosperidad en el trabajo y los negocios. A diferencia de otros dioses de la fortuna, Ebisu es puramente japonés en origen. Se le considera un dios amable y generoso que trae buena suerte, especialmente en lo que respecta a la abundancia de alimentos y el éxito en la pesca. Su imagen sonriente, sosteniendo un pez grande (generalmente un bacalao) y una caña de pescar, es un símbolo común de buena fortuna en los hogares y negocios de todo Japón.

Daikokuten

Daikokuten es otro miembro de los Siete Dioses de la Fortuna, originalmente asociado con la cocina y la comida, pero con el tiempo su dominio se expandió para incluir la riqueza, la prosperidad y el comercio. Se le representa a menudo parado sobre dos sacos de arroz, sosteniendo un mazo mágico (uchiwa) y acompañado de ratones, que simbolizan la abundancia. Los comerciantes y empresarios lo adoran, esperando que Daikokuten bendiga sus esfuerzos con éxito financiero y estabilidad.

Benzaiten

Benzaiten es la única diosa entre los Siete Dioses de la Fortuna y tiene orígenes en la diosa hindú Saraswati. Su culto en Japón abarca la música, las artes, la elocuencia, la sabiduría y el conocimiento. Benzaiten es adorada por artistas, músicos, escritores y académicos, quienes buscan su bendición para la inspiración y el éxito en sus empeños creativos y educativos. Se le suele representar tocando una biwa y acompañada de una serpiente blanca, su mensajero y protector.

Más dioses japoneses

  1. Tsukuyomi
  2. Kagutsuchi
  3. Ōkuninushi
  4. Ame no Minakanushi
  5. Ame no Hoakari
  6. Ame no Koyane
  7. Amenokoyane
  8. Kunitokotachi
  9. Takeminakata
  10. Oyamatsumi
  11. Tajikarao
  12. Sarutahiko
  13. Uke Mochi
  14. Oyashima
  15. Take-Minakata
  16. Uzume
  17. Kushinadahime
  18. Kukurihime
  19. Kuraokami
  20. Hoori
  21. Hoderi
  22. Amenooshihomimi
  23. Amenouzume
  24. Okuninushi
  25. Futotama
  26. Ho-Masubi
  27. Amenouzume

y como estos hay miles de dioses en Japón más.