Los komainu, también conocidos como 狛犬 en japonés, son criaturas míticas que se asemejan a leones o perros, y su presencia es frecuente en las entradas de los templos no solo en Japón, sino en diversas partes de Asia, incluyendo China, Corea, Tíbet y otros países del este asiático. En este artículo, exploraremos en detalle la enigmática figura de los komainu y su importancia en la rica cultura japonesa.
¿El Komainu es un Perro o un León? 狛犬
La apariencia de los komainu a menudo despierta debates entre los turistas, quienes se preguntan si representan a un perro o a un león. Sin embargo, para comprender realmente la esencia de los komainu, es esencial ir más allá de su identidad animal. Aunque se les asocia comúnmente con leones, se puede encontrar una referencia más profunda dentro del budismo, donde eran considerados los protectores de las enseñanzas de Buda.
Esta conexión con el budismo puede sugerir que los komainu tienen una naturaleza leonina. Sin embargo, la ambigüedad persiste debido a la forma poco definida de estas criaturas. En última instancia, la identificación precisa del animal queda en 2º plano ante la comprensión de su significado cultural.
Si vamos al significado literal de Komainu 狛犬 usa los caracteres de Guardián 狛 y perro 犬, por lo que literalmente sería perro guardián.
El Significado de Komainu 狛犬
Los komainu desempeñan un papel crucial como guardianes de los templos japoneses, y suelen encontrarse en parejas, una característica común en Okinawa. Uno de ellos tiene la boca cerrada, mientras que el otro la tiene abierta.
Este diseño no es meramente estético, sino que encierra un profundo simbolismo lingüístico.
- El komainu con la boca cerrada representa el sonido “un”, y el que tiene la boca abierta evoca el sonido “a”.
- Juntos, forman el sonido “om”, una palabra adoptada de la India, cuyo origen se remonta al hinduismo. En este contexto, “om” se interpreta de diversas maneras, desde ser un símbolo de la deidad hasta representar el sonido vibratorio del universo para la calma.
En la cultura japonesa, los komainu pueden entenderse como símbolos del principio y el fin, conectando la existencia a través del sonido “om”. A pesar de su apariencia aterradora, su función principal es la de proteger a los visitantes de los templos de los espíritus malignos, garantizando que nadie resulte perjudicado durante su visita.
Komainu y la Protección de las Personas (狛犬)
El dúo de komainu (狛犬) se ha convertido en uno de los protectores más emblemáticos de Japón, y su presencia es notoria en una amplia variedad de lugares, especialmente en las entradas de los templos en todo el país. Estos guardianes mitológicos tienen una larga historia en Japón y se remontan al período Edo.
Los Komainu shīsā de Okinawa, los conocidos como leones de Okinawa
En Okinawa, se les conoce como “shīsā” y se encuentran prácticamente en todas partes. Es difícil pasear por las calles de Okinawa sin toparse con la mirada vigilante de estos leones mitológicos. Además de su presencia en las entradas de los templos, los shīsā también se colocan en la parte superior de las tiendas y las casas, extendiendo su protección a todo el entorno.
Los shīsā no solo son una parte integral de la cultura de Okinawa, sino que también se han convertido en populares souvenirs para los visitantes. Puedes encontrar representaciones de estos guardianes en forma de llaveros u objetos más grandes que te brindarán una protección simbólica adicional.
Conclusion sobre los Komainu y Shisa
Los komainu o Shisa, conocidos en japonés como 狛犬, son criaturas míticas que desempeñan un papel fundamental como guardianes de los templos en Japón y otras regiones de Asia. Aunque su apariencia puede generar debates sobre si son leones o perros, su verdadero significado radica en su papel como protectores espirituales y en el simbolismo lingüístico que encarnan.
Los komainu, a través de su representación del sonido “om”, conectan el principio y el fin, y su presencia en la cultura japonesa es un recordatorio constante de la importancia de la protección espiritual en la vida cotidiana.
Ya sea en las entradas de los templos en Japón o como los shīsā en Okinawa, estos guardianes mitológicos continúan desempeñando un papel vital en la cultura y la espiritualidad de la región.
